Espiritualidad

Somos Mujeres amadas llamadas y enviadas por Dios Uno y Trino desde todas las naciones para ser una comunidad que vive el Evangelio, consagradas para la Misión en el dinamismo del Espíritu Santo alimentadas por la palabra y la Eucaristía y la vivencia del Misterio Pascual.

Desafiadas constantemente a discernir personal y comunitariamente los movimientos del Espíritu Santo.

Llamadas a ser una presencia compasiva de Jesús en su misión profética especialmente en situaciones de frontera.

Promotoras de relaciones interpersonales verdaderas en nuestras comunidades, con los demás y con toda la creación; y así hacemos visible el rostro femenino de Dios en la realidad del mundo de hoy.

«Mediante diversos servicios colaboraremos para edificar comunidades cristianas que vivan de la palabra de Dios, de la fuerza del Espíritu Santo y que, fortalecidas por los sacramentos, lleguen a ser signos de la presencia amorosa y liberadora de Dios…» Const;108.

Visión: 

«Nosotras, Misioneras Siervas del Espíritu Santo, queremos vivir nuestra pasión por Jesucristo, comprometiéndonos en su misión como comunidad de discípulas, especialmente donde la vida se encuentra amenazada.»

Carisma: 

Vivimos nuestra vocación misionera, ante todo desde la fe en la Santísima Trinidad que habita en nuestros corazones…

Prólogo de las Constituciones:

Un carisma misionero, caracterizado por la disponibilidad a la misión universal.

Espiritualidad:

Una espiritualidad Trinitaria, centrada en la persona del Espíritu Santo.

Lema: 

Viva Dios Uno y Trino en nuestros corazones y en los corazones de todos los hombres.

Objetivo:

Nuestro objetivo primordial es el servicio de la proclamación de la Buena Nueva, en aquellos lugares de la misión donde hubiera necesidad de un servicio de caridad cristiana, educación y asistencia espiritual allí donde aún el Evangelio no fue anunciado o lo ha sido de manera insuficiente, y donde la Iglesia Local no puede valerse por sí misma.» Const; 103-104.